15 nov 2009

A solas con la soledad

Esta madrugada me ha sucedido algo inusual, inesperado. He pasado del sosiego y la calma del sueño a la repentina necesidad de abrir los ojos, encender mi lámpara naranja y empezar a pensar. Era una feroz sensación de angustia que sólo he conseguido apaciguar escribiendo. Ya lo decía Oscar Wilde: No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Pensar, pensar y pensar. Al mirar el reloj, mi vida estaba detenida en el siete.


Me sentía sola. La bohemia de mi habitación no bastaba. Me encontraba sin rumbo, navegaba a la deriva por el mar agitado de mis pensamientos. La soledad, el mayor de mis miedos, se convertía ahora en mi propia sombra. Reconozco que siempre fui un tanto solitaria, quizás porque no tenía hermanos; quizás por alguna extraña razón innata. Recuerdo que, a veces, me hacía feliz cerrar la puerta y adentrarme en el pequeño universo de mi habitación. Entonces, me recreaba entre libros, canciones, historias, poetas y secretos. Hoy no.


La vida, ese cajón de sastre lleno de giros, cárceles, encuentros y desencuentros, nos lleva por caminos raros. En ellos, pueden advertirse diferentes caras de la soledad. Cuando paseo por los tristes parques del otoño, no puedo evitar sentir compasión por esos hombres viejos y grises que exprimen su tarde sentados en un banco como si esperaran a la muerte. Luego, me cruzo con esos otros que, gracias a un revés de su existencia, viven congelados en cualquier esquina con la única compañía de su pobre perro y una ennegrecida caja de cartón. Solos. Muy solos. Todos.


Existen muchas formas de estar solo, alguna de ellas por voluntad propia. Yo, sin embargo, me refiero a esa sensación que te oprime, que te hace pequeño y se derrama a lágrimas desde la fuente de tu alma. Hablo de ese momento de naufragio y de destierro, de esas horas de madurez contigo mismo, con la vacuidad y con el silencio. Es entonces cuando se alberga la certeza de hallarse perdido aunque haya mucha gente a tu alrededor. Es entonces cuando frases como mejor solo que mal acompañado y estoy más solo que la una resultan estúpidas, inservibles, baratas. Nadie parece advertir que lloras por dentro, que tu frágil sonrisa es un mero recurso inútil para enmascarar ese dolor. La realidad emerge ante tus ojos y te encuentras hablando, sonriendo y amando solo. Absolutamente solo.
A lo lejos una voz, un rayo de luz que anuncia la mañana. Te aferras a la esperanza de que alguien se digne a hablarte, de que una mano oportuna se acerque para sujetar y acariciar la tuya. Buscas a Dios, buscas el latido de algún corazón cerca del tuyo. Cubres tu cuerpo con la manta y te resignas a aceptar que nadie irá a la cocina para prepararte un café, que tal vez lo mejor que puedes hacer es pisar el suelo y servirte tú mismo una taza. Bueno, una para ti y, también, otra para tu compañera soledad. Seguro que tienes muchas cosas que contarle, seguro que, como dice Jorge Drexler en una de sus canciones... Soledad, creo que pasaremos juntos temporales. Propongo que nos vayamos conociendo. Sientes como se desliza el primer trago de café por tu garganta. El reloj ya no te importa. En la mesa, testigos de un silencio desafiante y, frente a frente, tu soledad y tú.







3 comentarios:

  1. "Buscas a Dios, buscas el latido de algún corazón cerca del tuyo"...
    Me encanta, Azy. Yo, aunque tengo hermanos, también soy independiente, como los gatos. Creo que todo el mundo necesita estar solo consigo mismo un buen rato. Y con la soledad, claro.

    :)
    Quiero verte

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  2. La soledad siempre me pareció irónica.
    Siempre hay algún momento en la vida que la buscamos desesperadamente, que deseamos encerrarnos en nuestro cuarto, olvidarnos de lo queda fuera, protegidos tras esa puerta que se alza entre tú y el mundo.
    Y luego llegamos a despreciarla y a odiarla, cuando la "conocemos" demasiado.
    Hay quien la adora y hay quien la odia. Y también los hay quienes simplemente se acostumbran a ella.

    Me encanta este video y esta canción en relación a este tema, me parece terriblemente emocionante:
    http://www.youtube.com/watch?v=-AlZnPZyHls&feature=related

    Por cierto, no sé si te lo he dicho pero adoro tu blog.
    pd: sobre la encuesta soy incapaz de decidirme, una vez llamé a un espacio "me gustas cuando callas porque estás como ausente" pero ahora mismo no podría elegir, sobre todo entre las dos últimas, son preciosas...

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  3. Parece que tengo una rival en cuanto a contenido de Paris jajaja que hice un post sobre la ciudad francesa y no lo leiste,me has fallado jajaja.
    Me encanta tu blog Azahara :D

    BESOS! (Sandra)

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