24 nov 2009

¡No!


No. Nunca más. Jamás. Estoy cansada. Que no, que no quiero. Lo siento. No más disfraces, no rosotros que no tengo, no más miserias escondidas, no mentiras, no sonrisas trágicas, no nada. He decidido dejar de esconderme, ya sé que soy así, que no puedo evitarlo... pero el mundo está demasiado saturado de basura sentimental y de hipocresía. Yo no tengo lugar ahí, para bien o para mal soy demasiado transparente, mi cristal es pobre e inútilmente resistente como para no reflejarme tal y como soy. Y es que soy así, soy ésta, y estoy harta de vestir y enmascarar a mi propia alma con trajes inservibles y baratos. Se acabó.

Puede que sea la entrada más personal que escribo, o no, pero no me importa. El mundo se dirige al caos, al abismo, a esa mierda que nosotros, los tan inteligentes y capacitados humanos hemos creado. Merecemos un premio, un premio a la bestialidad y a la idiotez. Lo que más me duele, sinceramente, es estar absurdamente inmersa en esta montaña de seres vacíos, de violencias aterradoras, de autodestrucción inminente y sumamente egoísta.

No me gusta lo que veo, no me gusta nada. No me gusta estar sola, pero a veces prefiero estarlo. Me da asco todo, sí, esa es mi frase. El hastío me rompe en pedazos y el desasosiego me oprime, me deja sin aliento, apaga mi pequeña luz. No hay verdad, no hay sol, no hay amor, no hay inocencia, no hay compromiso, no hay vida, no hay nada. Sólo este silencio, el cielo y tú.

Mi naturaleza es triste, no sé si algún día sabré el motivo. Soy nostálgica, melancólica, un bichito raro y dulce que a veces quiere cambiar el mundo. Pero es que el mundo es un desastre, y la culpa es nuestra. No. Estoy harta. Quizás desaparecer... Esa podría ser la solución.

Me escondería, me ocultaría de todo y de todos si no fuera por él. Porque hoy por hoy, la voz de ese ángel es lo único que me mantiene despierta, que me ayuda a continuar mis pasos por estas calles y este mundo de mierda. Su voz, y sus palabras, y la fe en lo que se cree, en lo que no se puede ver pero se espera.

7 comentarios:

  1. Lo que dices es muy duro.
    Abandonar nunca, hay que luchar, hasta que la última luz de esperanza se agote.

    Me encanta tu blog, cada vez más.

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  2. Sin duda muchas veces entra vértido al mirar la de desastre que hay en el mundo. Pero no puedes quedarte con eso, hay veces que es mejor que en vez de intentar abarcarlo todo te fijes en esos pequeños detalles. A mí me funciona. Cuando subas al bus en vez de observar la de humo que tiran los coches observa a aquella pareja de ancianos que se dan la mano. Al joven que le cede el asiento a la embarazada. A la misma embarazada, milagro de la naturaleza. Mira por la ventana, el verde de las hojas, al niño corriendo, al chico solitario paseando con una sonrisa enigmática en la cara.
    Siempre hay algo, algo por lo que luchar, no estés tan cansada de todo con lo joven que eres, nos queda mucho por ver, por vivir, lucha por encontrar eso, por cambiar lo poco que puedas a tu alrededor. En vez de cambiar el mundo, cedele ese asiento al señor del bastón ;)

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  3. Ríndete si quieres, pero luego vuelve y pelea con más fuerza.
    :)

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  4. Gracias, chicas. Como ha dicho LenOre,... Cuando subas al bus en vez de observar la de humo que tiran los coches observa a aquella pareja de ancianos que se dan la mano. Al joven que le cede el asiento a la embarazada. A la misma embarazada, milagro de la naturaleza. Mira por la ventana, el verde de las hojas, al niño corriendo, al chico solitario paseando con una sonrisa enigmática en la cara..."


    Y es que, como dicen en la película de Amélie... "son días difíciles para los soñadores".., o no?

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  5. i tan difícils... Crec que és l'únic que m'agrada de la pel·lícula, però com que somiar, de moment, és gratuït, doncs endavant. I com diu Lau, si et rendeixes i caus un i altre cop, aixeca't amb més força i lluita per alló que vols

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  6. Aunque a veces uno se sienta asfixiado entre tanta estupidez, siempre, SIEMPRE hay alguien que está ahí preocupándose sinceramente por uno, sabiendo que está mal y que necesita una muesca de alegría. Creo que esa es la principal razón para seguir: por los demás, aunque los "demás" importantes sean pocos.

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  7. Tienes tanta razón en lo que dices! Pero es lo que hay y creo que única forma de hacer algo por cambiarlo es sentir lo que hagas, y no fallar a eso nunca.
    Yo tambien me canso de las mascaras que nos ponemos, nos ponen y ponemos a los demas. Es un verdadero asco.


    saludos.

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