29 jul 2011

Flor de mal





Que te acerques del cielo o del infierno, ¿qué importa?
Tristeza, profunda espina, divina y dolorosa,
si mi sangre -si tu sangre- se derrama hacia el abismo
al que no quise saltar.

Dulce, venenosa, vive en mí esta flor de mal.
¿Qué más da? ¿A quién le importa?
Tú regresas, aunque nadie te espere.
Te clavas en un colchón hecho de nube
y todo lo conviertes en vidrios rotos.

¿Qué importa? Si tú vuelves,
me acaricias hasta vaciar
ese corazón que de piel ya no entiende...

Es inútil, eres sed y bebes sal.
Aunque intentes matarme,
aunque quiera arrancarte,
arde en mí esta flor de mal.

Todo lo conviertes en vidrios rotos
mientras tu veneno vuelve a arder.

Es inútil: soy tu espejo, eres cristal.

6 jul 2011

La mariposa





Sé de un jardinero fiel

que riega siempre a su amapola,

aunque el hambre le asalte,

aunque le desgarren las ropas.


Vuela, vuela, mariposa.

El verano te abre paso.

Te asustará entre las rosas

tu final, como el ocaso.


Sé de cuervos asesinos

que destruyen el jardín.

Con sus gritos y sus trinos

te matarán también a ti.


Pero ahí llega el jardinero,

y te guarda entre sus manos.

Corre tierra por sus dedos

del color de los castaños.


La mariposa tiene celos

de este pobre jardinero.

El hombre canta, sonríe al cielo

sin futuro y sin dinero.


Una a una roza sus alas

y le susurra cuentos de miel.

La mariposa se agita, asustada.

No quiere enamorarse de él.


El jardinero canta, ella emprende el vuelo:


Vuela, vuela, mariposa.

El verano te abre paso.

Te asustará entre las rosas

tu final, como el ocaso.


Y si sientes que te mueres

ven a mí, te soy sincero.

Yo te daré larga vida

si me lanzas un "te quiero".


Ella se pierde, él la espera

en el camino del recuerdo.

Ella vuela y un hombre en tierra

barre siempre el campo nuevo.




Para J.