5 ene 2019

Noche de Reyes


Poder escribir solo cuando los planetas se alinean y de repente, como una estrella fugaz en mitad de la cabalgata, el tiempo nos regala un momento que nada cual pez, nervioso e inquieto, en una taza caliente.

Ver reflejada tu sonrisa en el fondo del agua y escuchar, tras tantos meses de invierno detenido, ese tictac de mi esencia encenderse y hervir de nuevo en mi congelado corazón.

Porque en mis manos heladas tus dedos largos vuelven a reavivar aquella brasa que muerta dormía mientras se apagaba, junto con mis fuerzas, a cada golpe de la vida mi sangre.

Yo no pido regalos, porque hoy, después de meses tan eternos que parecen siglos, solo me hace falta mirarte unos segundos para levantarme del suelo y verme renacer en ti.