es a veces un lamento de huesos.
Los años vuelan densos, espesos
en mitad del horror y del destierro.
Sólo las palabras, y el recuerdo,
pueden llenar estas horas vacías
cuando mata el dolor, lluvia fría,
y los días de alegría quedan lejos.
Escribiré para poder ayudar
a la triste figura que ahora veo.
Se fue el calor, se fue el deseo
y el tiempo más bello vi marchar.
Los minutos muertos bailan tristes
mientras la cama es hoy el puerto
donde un atormentado cuerpo
batalla por volver a volar libre.
Dejad a esta tinta a mí venir
porque si no escribo, duermo.
No quiero ser como ese enfermo
que resignado se ve morir.
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