13 nov 2010

Hombre


En el mal de tu impresencia
mi ser se quebraba al llorar.
Era como esa flor en el desierto,
alma sedienta del agua de tu oasis.

¿Cómo recorrer los mapas que dibujas,
solo con cinco sentidos y una piel?
La belleza que te oculta alberga veneno
y hay perdición en su poder.

Me perderé.

Resbalaré a lo largo de tu perfecto perfil
y hallaré sombra bajo tus columnas.
Me ahogaré entre las ondas de tu pelo negro,
pero no será suficiente para apagar el deseo.

Deseo, mire donde mire te veo...
Hombre, vayas donde vayas, llévame.
Deseo, mire donde mire arde el fuego.
Tú serás mi agua, yo seré la sed.

Me perderé.


3 comentarios:

  1. He aprovechado para leer buena parte de tu blog. Me parece de una altura extraordinaria. Precioso y profundo todo. Y lo de Ismael, creo que es una reflexión muy hermosa y honda. Un beso

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  2. Muchas gracias por leerme y por tus palabras. Este blog es tan mío como vuestro. Un beso!

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