13 ene 2010

De mayor quiero ser sexador de pollos


Aunque para la entrada de hoy tenía alguna idea totalmente distinta en mi mente, he cambiado de opinión y he decidido indagar un poco en el mundillo de las profesiones extravagantes, sí, esas que casi nadie conoce. Lo más gracioso del asunto es que, aunque se trata de oficios en parte desprestigiados, poco comunes e incluso anticuados, sin ellos nuestro día a día sería un auténtico caos. Estaba hablando con mi padre mientras cenábamos y me contaba que ayer, mientras hacían el turno de noche en la fábrica, metieron una única moneda de un euro en la máquina expendedora de las bebidas y, en unos segundos, tenían un cargamento de 17 zumos de sabor tropical como resultado, un par de los cuales yo misma me he bebido. Al preguntarle a mi padre acerca de la persona que se ocupa de recargar esa máquina, él me ha dicho, sin poca razón, que se trata de un "currante" que se dedica a hacer su trabajo y nada más. Parece ser que al pobre hombre no le pica la curiosidad, ni tampoco le extraña que al abrir la máquina esté vacía y sólo aparezcan unas pocas monedillas. Yo me he reído de lo más a gusto, y es que no es para menos.

A partir de la historia que contaba mi padre durante la cena, han pasado por mi cabeza otras maneras atípicas de trabajar las cuales siempre llamaron mi atención. La verdad es que esas personas que pasan inadvertidas ante nuestros ojos juegan un papel realmente importante en nuestra vida y en esta sociedad cada día más irónica. En un pasado no tan lejano, era de lo más normal encontrarse por la noche al sereno, sí, ese hombrecillo que se quedaba en la calle y vigilaba al acecho las entradas y salidas de las casas. También estaba el que se ocupaba de encender las farolas, que por aquella época no funcionaban con electricidad, obviamente. Algunos de esos oficios hoy siguen en pie, como en el caso del afilador, el herrero, el pocero o el deshollinador... Sin embargo, no son estos trabajos los que me han movido a escribir esta entrada.




Investigando un poco me he dado cuenta de que, actualmente, la profesión extravagante más admirada es la de "sexador" de pollos, un oficio que ha tomado su nombre traducido literalmente del término inglés sexer. El "sexador" en cuestión posee unas capacidades admirables en cuanto a determinar, observando rápidamente la cloaca del animal y la parte que se encuentra bajo el ala, el sexo del ave. Se trata de una tarea difícil, pues la apariencia externa tan similar de estos animales, así como el plumaje, no permite diferenciar a simple vista cuál es el sexo del pollito. Este oficio está muy valorado, ya que es necesario para destinar los animales, según su sexo, a las distintas granjas, criaderos y carnicerías que llevarán a cabo una actividad comercial u otra.
Merecen ser parte de esta entrada otras profesiones no menos atractivas. En primer lugar, encontramos al recogedor de animales muertos de las carreteras, gracias al cual se evitan muchos accidentes de tráfico. También está el recogepelotas, o el que recoge la basura de nuestros contenedores cada noche a bordo de un camión de lo más limpio y perfumado. Entran en este grupo el pintor de cuentas de collares, los peluqueros caninos, los limpiadores de tumbas, los enterradores, los vigilantes de cementerios o los paseantes de perros y gatos. También están esos hombrecillos que se cuelgan de una fina cuerdecita para limpiar con destreza los cristales de los edificios, los técnicos de los fotomatones o los malvados que nos asustan en atracciones de feria tales como el tren de la bruja o la casa del terror. En China, por otra parte, es fácil encontrarse a divertidos hombres y mujeres con banderitas de colores que hacen la función de las típicas señales de circulación. Los más famosos, sin ir más lejos, son el "hombre semáforo" y la "mujer stop". Gracias a su presencia en lugares estratégicos, los cientos de ciclistas pueden circular por las calles sin miedo alguno. No hay que olvidar a los profesionales del higiene... Y es que muchos curiosos se preguntan qué cosas encuentra una limpiadora en el rodaje de una película porno, o quiénes se encargan de que los preservativos sean cada día más seguros y eficaces. En Francia, creo recordar, había unos hombres que barrían cada tarde las cantidades enormes de hojas que caían de los árboles para, en vez de recogerlas, amontonarlas en grandes montañas que, a la mañana siguiente, volvían a estar destrozadas. Me pareció un trabajo absurdo, pero no por ello menos curioso... Y es que hay gente para todo!.

Lo último que he encontrado y que merece cerrar la entrada de hoy es el oficio de "catador" de axilas. Resulta que las empresas que se dedican a la elaboración de perfumes y otras fragancias realizan un estudio en el cual huelen, literalmente, las axilas de un gran número de personas muy diferentes para determinar, de esta manera, cuáles son las características de los olores que se desprenden y así poder elaborar nuevos productos con una fragancia más atractiva. Que nadie lo olvide: ese desodorante que nos hemos comprado en Mercadona ha sido el resultado de que unas pobres narices hayan tenido que oler, quién sabe durante cuánto tiempo, una infinidad de axilas, con todos los matices y placeres que esto comporta.

A partir de ahora, ya no vale el pretexto de que "no quiero estudiar una carrera universitaria porque hay muy poco entre lo que poder elegir". Ya no hace falta dejarse los codos estudiando, qué va, siempre quedarán pollos por nacer, residuos que limpiar, basura que recoger y, ya puestos, axilas que oler. Ya lo dicen los entendidos, quien no trabaja es porque no quiere.




6 comentarios:

  1. Lo de las axilas me ha matado xDDDDDDDDDD

    A mí lo que más me llama la atención de todo esto, no son las profesiones en sí. Es en qué momento de tu vida descubres tu vocación para eso o decides que vas a dededicarte a ello o a aceptar un trabajo así, o cómo surge que te encuentres con el trabajo.

    Me inquieta, de verdad.

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  2. De acuerdo con Nuria... en qué momento uno decide que quiere oler axilas? Y dentro de cosas más comunes... en qué momento alguien descubre que es fascinante ser ginecólogo?

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  3. luis aragones tenia un amic sexador de pollastres... a mi em sembla una de les professionsmés simples i divrtides, pero com vigilar les tombes no hi ha res, l'únic que es pot queixar està, en teoria, mort (en teoria)

    I sino, pots ser cuidadora de menjador, com la mare de carles xD

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  4. q fuerte vamos...igual, lo de las axilas ya me deja trauma para esta noche cuando me acueste xDD

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  5. yo siempre he alucinado desde pequeño con el mítico afilador y los gitanos con la cabra y el organillo. Pero lo más curioso del afilador es que en casi todas partes la melodía es la misma. Será que tienen un gremio secreto y se ponen todos de acuerdo para tocar la misma melodía?

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  6. JAJAJAJA, Yo llevaba esa melodía como tono de llamada durante mucho tiempo... La gente flipaba!. Por mi calle aún pasa y sí, la melodía es la misma vayas donde vayas, tiriruriiiii! tirurururiii xD.. "L'afilaooooor" (en valenciano de pueblo) jejeje.

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