1 nov 2012

Pero estamos juntos



Regreso a casa con las manos vacías.
La mesa puesta, nuestra cena fría.
Siento la vergüenza, la precariedad.
¿La crisis de mi alma quién la pagará?

Son cenizas los sueños que dibujamos.
La ilusión se desvanece, ¿adónde vamos?
Podría trabajar de jardinero en la Luna
para darles a mis hijos la mejor de las fortunas.

Pero no sucederá.
Somos presos del sistema.
"La Casta" se enriquece
y a nosotros nos condena.
¿Qué nos queda?

Aún soy dueño de mi sino
tengo un sueño y lo persigo.
Su castigo me hace fuerte.
Lucharé hasta la muerte.

Por mis hijos, todo puedo.
Sin trabajo y sin dinero.
Sin mi coche, sin mi casa.
La desgracia es corta y pasa.

No me quitarán la belleza de mi novia
ni a mis hijos la inocencia y la victoria.
Mi famillia, el mayor de todos mis tesoros
es lo único que tengo, y hoy lo es todo.

Miramos al cielo, cogemos un avión.
Late como nunca nuestro pobre corazón.
Nos esperan, tras las gruesas nubes negras
al fin nuevos tiempos, nuevas promesas.
Quizás también nuevas guerras.

Pero estamos juntos.






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