14 abr 2020

Abrazos en nevera


Me siento arrastrada por un vendaval
atrapado dentro de la cáscara de nuez.

Sube y baja la montaña rusa emocional
mientras en mi cabeza nada un pez.

La realidad se ha detenido en mi reloj.
Vuelan los pájaros en el cielo de València.

Se adivina cada día más lejana tu voz,
pierdo la cordura en este estado de latencia.

Ya no hay fiestas en el sofá de los besos.
Ya nadie arranca los frutos de la morera.
Solo observo sombras de ciudadanos presos.
Solo hay recuerdos de abrazos en mi nevera.

¿Quién nos rescatará de esta primavera ausente?

Por mi ventana he visto pasar, tal vez, un ángel.

¿Cúando volverán nuestros días de plazas y gente?

Los ojos de mi casa me miran con tristeza de cárcel.





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