Sé de un jardinero fiel
que riega siempre a su amapola,
aunque el hambre le asalte,
aunque le desgarren las ropas.
Vuela, vuela, mariposa.
El verano te abre paso.
Te asustará entre las rosas
tu final, como el ocaso.
Sé de cuervos asesinos
que destruyen el jardín.
Con sus gritos y sus trinos
te matarán también a ti.
Pero ahí llega el jardinero,
y te guarda entre sus manos.
Corre tierra por sus dedos
del color de los castaños.
La mariposa tiene celos
de este pobre jardinero.
El hombre canta, sonríe al cielo
sin futuro y sin dinero.
Una a una roza sus alas
y le susurra cuentos de miel.
La mariposa se agita, asustada.
No quiere enamorarse de él.
El jardinero canta, ella emprende el vuelo:
Vuela, vuela, mariposa.
El verano te abre paso.
Te asustará entre las rosas
tu final, como el ocaso.
Y si sientes que te mueres
ven a mí, te soy sincero.
Yo te daré larga vida
si me lanzas un "te quiero".
Ella se pierde, él la espera
en el camino del recuerdo.
Ella vuela y un hombre en tierra
barre siempre el campo nuevo.
Y ese jardinero cuidará siempre, siempre, siempre de ti. No le importa si no tiene futuro, si no tiene trabajo, pero tiene presente y tiene lo más bonito e importante de todo el jardín.
ResponderEliminarPor mucho que griten los cuervos, él la protegerá.
Es muy bonito.